La Alta Sensibilidad es una rasgo de la personalidad aún desconocido para muchas personas, pues se identificó y se caracterizó recién en el año 1995, tras muchos años de estudios e investigaciones por parte de la psicóloga norteamericana Elain Aron. En España y muchos otros países de Europa y Sudamérica recién se ha empezado a hablar más de este rasgo en los últimos años, sin embargo, aún no es un tema que se esté introduciendo en la mayoría de planes de estudio de las carreras de psicología, por lo que son pocos los psicólogos y terapeutas que lo conocen por lo que siguen habiendo muchos niños altamente sensibles que se les trata por otras ‘patologías’ o trastornos porque no se identifica el rasgo en ellos. Lo mismo sucede con los adultos altamente sensibles que van a terapia buscando ayuda, y si el terapeuta no es PAS, tiene más limitantes a la hora de tratar de forma integral y efectiva a una persona altamente sensible, porque ni toda la teoría ni estudios del mundo pueden aportar lo que es vivir y sentir en carne propia lo que un PAS está explicando.
Aún más triste y preocupante es que en el ámbito de la educación, tradicional sobre todo, no se toma en consideración ni se habla siquiera de los niños altamente sensibles, y esto sucede porque los docentes y personal educativo saben muy poco o nada de este tema, y quienes algo saben es porque o son ellos mismos personas altamente sensibles (PAS) o tienen hijos o alguien cercano que lo es.
Un aspecto importante a tener presente es que se nace altamente sensible, por lo que no se puede cambiar, eliminar ni tratar con medicación, pues no es una enfermedad, trastorno, síndrome, disfunción ni una patología de la mente sino que es un rasgo de la personalidad que es genético (hereditario).
“De acuerdo a los estudios realizados por la Dra. Aron, entre un 15% y 20% de la población mundial es altamente sensible”
¿Por qué es un problema que los profesores no sepan cuando un niño es altamente sensible?
Porque se espera que se comporten y hagan las mismas cosas que los demás niños de su edad y cuando no lo hacen, se les califica mal y en muchas ocasiones se les sanciona, critica o los juzgan por las formas en que reaccionan o por las cosas que “no son capaces de hacer”, sin que se tenga en consideración que los niños altamente sensibles (NAS) tienen una forma de percibir las cosas y los estímulos del entorno de manera mucho más intensa y profunda, lo que muchas veces les bloquea o paraliza para realizar ciertas actividades, sobre todo si deben hacerlo frente a otros. Y de la misma forma cuando deben hacer trabajos o deberes, muchas veces tardan más que los demás o no llegan a terminarlos pues tiene que ver con la característica de ser muy perfeccionistas, por lo que se enfocan mucho más en el detalle (mirada microscópica) que en el todo.
Algo muy frecuente que sucede con los NAS es que suelen sufrir bulling escolar, no obstante, también se pueden encontrar casos de NAS en que en situaciones de desbordamiento emocional o de alto estrés, se vuelven agresivos, gritan y pierden el control. Este tipo de comportamiento suele ser más frecuente cuando el niño vive en un entorno familiar de agresividad o de abandono por parte de sus padres o cuidadores (abandono no necesariamente físico, basta con que no lo tomen en cuanta o no le apoyen y sostengan en momentos de crisis o desbordamiento emocional).
En este punto cabe señalar, que el estrés o desbordamiento emocional que puede llegar a sentir un niño altamente sensible muy difícilmente será comprendido por otras personas que no lo sean y generalmente es así como comienzan las etiquetas de “exagerado”, “bicho raro”, “débil”, “miedica”, “mal carácter”, “tímido”, “inseguro”, etc. Esta es una de las principales razones de por qué luego se van aislando, o el grupo los margina o se burlan de ellos. Lo que da origen al daño psicológico y emocional en la infancia al sentirse rechazados y juzgados por sus pares y en algunos casos por los maestros, lo que va agravando la situación pues todas estas vivencias y experiencias son la base para una adultez con problemas de inseguridad, baja autoestima, rechazo hacia sí mismos, problemas y dificultades para relacionarse a nivel personal, laboral y social, todo lo que deriva en relaciones poco sanas y muy inestables, pues suelen generar relaciones de dependencia emocional, en ocasiones con maltrato (psicológico principalmente) y acaban sufriendo, con tendencia a la depresión y estados de ansiedad y sintiéndose que ellos son el problema, lo que los lleva nuevamente a sentirse “bichos raros” y que no encajan.
En el ámbito familiar, un niño cuyos padres y entorno más cercano no tienen en consideración su alta sensibilidad, el daño emocional y psicológico que pueden llegar a provocarle puede ser muy profundo, porque la familia desde muy pequeños ya los etiqueta como exagerados, intolerantes, débiles, sensibleros, miedicas, que tienen que aprender a ser más duros, que todo les molesta, que no son capaces de hacer las cosas por sí mismos, que no saben relacionarse sea porque se muestran introvertidos/tímidos o por un carácter demasiado agresivo (en los casos de NAS extrovertidos sin gestión emocional) y así una larga lista de frases y adjetivos que van socavando su autoestima, su amor propio, su carácter y personalidad. Más aún si de quien vienen esas palabras y frases es de su entorno más cercano, su círculo afectivo que ‘se supone’ que son quienes más lo quieren y ‘protegen’.
Algunas frases que todos los altamente sensibles hemos escuchado siempre: “qué exagerada(o)” – “no seas tan sensible” “si no es para tanto” – “eres bien rarita(o)” – “tienes que hacerte hombre” – “no te lo tomes tan a pecho”
Algunas cosas a tener en cuenta con un Niño Altamente Sensible (también aplica a los adultos):
1. Cuando le moleste algo que a nadie más le moleste (ruidos, luces, olores, texturas, sabores, lugares o entornos) preguntarle qué de aquello le molesta y aceptarlo, porque es su sentir. Y en la medida de lo posible evitar a futuro exponerle a eso, o al menos respetarle que aquello le afecte.
2. Cuando desees que haga algo, explícale el qué y el por qué, pues un NAS con la profundidad de procesamiento de la información que tiene, necesita encontrarle sentido a las cosas para hacerlas.
3. Cualquier situación que implique hablar o hacer algo frente a otras personas (incluso frente a la familia) puede ser muy estresante y paralizante, no lo obligues a hacer algo si ves que se pone nervioso(a).
En el caso de los NAS extrovertidos, suelen tener conductas de provocación, desafiantes y rebeldes, pues van por el otro extremo a buscar captar la atención (esto es más frecuentes en niños que viven en entornos de tensión emocional donde hay un padre/madre muy dominante y la/el otro sumiso).
4. Si sufre por un(a) amigo(a), por un animal o incluso por una planta, no te burles, pues la alta empatía de un NAS le hace sentir y percibir en su propia piel el daño y el dolor que pueda sentir cualquier otro ser vivo.
5. Si se bloquea cuando está estudiando o haciendo un trabajo, no le apures ni presiones. Dile que se levante y se tome un descanso de 10 minutos y luego que regrese a lo que estaba haciendo. Esto porque los NAS (y las PAS) por la intensidad con que perciben y viven las cosas, así como la profundidad con la que analizan todo, se agotan y desbordan mucho más rápido que las demás personas, por lo que necesitan ir ‘recargando pilas’.
6. Nunca le grites a un NAS, pues los gritos les bloquean y cierran su neurología, mucho más que a cualquier otro que no sea altamente sensible, y esto les impide entender cualquier cosa que les quieras explicar además de sentirse aún más incomprendidos.
7. Si le haces una pregunta que debe responderte ‘con argumentos’, has de darle un tiempo para que procese la información y te pueda responder bien y con calma, si le apuras te responderá probablemente lo que tú quieras oír, pero difícilmente lo que realmente piensa o desea. Porque siempre tratará de evitar que te enfades o le grites.
En el caso de los NAS extrovertidos, si le gritas él/ella también alzará la voz y gritará cada vez más fuerte porque pierden el control generalmente al primer grito o sensación de ataque o amenaza.
8. Cuando el NAS explique algo con mucha intensidad, no te burles ni le digas qué exagerado(a) que es, pues le harás sentir rechazado(a) y así aprenderá que ‘es mejor decir y responder lo que los otros desean escuchar’, callando y reprimiendo sus emociones y su sentir.
A los Niños Altamente Sensibles, al igual que a las Personas Altamente Sensibles, hay que aprender a comprenderlos y respetarlos, aunque tú no llegues a sentir, pensar o entender las cosas que dicen o cómo las viven, pero esto es fundamental para que se sientan aceptados y respetados tal cual son, y de esta forma contribuirás a formar un adulto más seguro y con más herramientas para afrontar la vida.
Si leyendo este artículo te has sentido identificado(a), y te has dado cuenta que eres una Persona Altamente Sensible (PAS), que sepas que nunca es tarde para aprender a gestionar tus emociones y tus reacciones. Esto se puede lograr con el Coaching de Alta Sensibilidad que yo realizo (como PAS que soy), pues está creado y diseñado para ayudar a personas con alta sensibilidad que no cuentan con las herramientas para gestionar sus emociones y sus reacciones, lo que dificulta poder adaptarse y sobrevivir en entornos donde la sensibilidad es etiquetada como debilidad y muy pocas personas llegan a comprender cómo nos sentimos y sufrimos a causa de todo esto.
En mi experiencia personal, yo me pasé más de 20 años de terapeuta en terapeuta buscando que alguien me ayudara a entender por qué yo sentía cosas que a los demás ni siquiera se daban cuenta y que más encima me veían como ‘rarita’. Y esto fue lo que me llevó a especializarme en Coaching y Terapia de Alta Sensibilidad y es la razón por la que siempre recomiendo a las PAS que si buscan ayuda, lo hagan con especialistas que también sean PAS.
Si deseas más información sobre el Coaching de Alta Sensibilidad, haz click aquí . También podrás encontrar en mi web el Curso “VIVIR EN PAZ SIENDO PAS” que es maravilloso para aprender a gestionar este bello rasgo.
Para más información puedes contactarme por mail a hola@pamelajaragomez.com o por whatsapp al +34 622 207 594
Pamela Jara Gómez
Coach Alta Sensibilidad
Un comentario
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